Al prepararte para realizar tu práctica deportiva, probablemente ya tengas en claro qué vas a comer antes y luego de llevarla a cabo. Pero, ¿le prestas la suficiente atención a la importancia de mantenerte hidratado antes, durante y después de ejercitarte?

Solemos escuchar que necesitamos tomar un aproximado de 8 vasos de agua por día, pero necesitamos incluso más si realizamos ejercicio. Nuestro cuerpo pierde agua a través del sudor, y la cantidad de agua que perdemos puede variar según diversos factores tales como la edad, la intensidad y duración de la actividad, el tipo de vestimenta y el clima. Todos estos factores condicionan la cantidad de agua que deberíamos beber diariamente.
Si no se repone el líquido perdido durante la actividad física o deportiva podemos sufrir un estado de deshidratación que puede desembocar no sólo a una disminución del rendimiento físico sino en consecuencias graves para nuestra salud. Mantener el cuerpo adecuadamente hidratado ayuda al normal funcionamiento de los músculos en general y de los órganos involucrados en la actividad física.

Entonces, independientemente de que estés entrenando o no, procura tomar agua durante el día. Si vas a realizar actividad física, te sugerimos que bebas agua antes, durante y finalizado el entrenamiento, lo más práctico es que tengas a mano una botella de agua que puedas ir recargando (sugerimos que a alguna de tus recargas le sumes unas scoops de Active Health para complementar con vitaminas y minerales a tu cuerpo y así tener una mejor recuperación del equilibrio energético, y si tenes Colágeno Hidrolizado es otra gran opción para colaborar con la salud de tus articulaciones).
Durante: 100-200ml cada 15-20 minutos. Después: alrededor del 150% del peso perdido.
Por lo tanto, tengamos presente que la hidratación es esencial para la práctica responsable y segura de cualquier deporte y lograr así un mayor desempeño físico.